El edificio de la Biblioteca desempeña un papel
significativo en la estructura de este nuevo campus universitario situado en
las afueras de la ciudad. La entrada principal se dispone al nivel de la
primera planta, aprovechando la cota de una base cuadrada de poca altura ya
existente que comunica con las áreas de más actividad del campus.
La unidad básica de organización de la biblioteca es
la mesa de lectura, alrededor de la cual se disponen las estanterías que sirven
para definir los espacios semiautónomos. Estas zonas se iluminan mediante un
sistema de aberturas laterales y de vacíos centrales que reciben la luz natural
indirecta que penetra a través de un sistema de lucernarios de forma cónica.
Las zonas de servicio y las de almacenaje de libros ocupan la planta baja,
mientras que las salas de estudio se sitúan en las torres del lado norte. Estos
espacios se abren a una terraza con vistas sobre un jardín elevado.
Tanto en la composición de la fachada (sinusoidal)
como en la iluminación de la sala de lectura (lucernarios circulares) hacen
referencia a la arquitectura de las bibliotecas de Alvar Aalto.
“Alvar Aalto está de nuevo presente; se le necesita;
hay una demanda real de Aalto. ¿Por qué? Quizá una razón sea el que Aalto se
plantea abordar la innovación a través de nuevos materiales, de nuevas ideas,
pero sin perder la historia, la tradición, la atmosfera local, etc. Eso otorga
a su obra la solidez permanente de una roca”. A. Siza.
FUENTE:
Lorenzo Tomas Gabarrón